miércoles, 29 de agosto de 2018

Medellín, la ciudad más lectora sigue promoviendo el amor por las letras


A propósito de que dentro de poco comienza la Fiesta del Libro en Medellín, les comparto este reportaje que realicé sobre la promoción de la literatura en esta ciudad de Colombia, espero que lo lean y lo compartan. 


El pasado 18 y 19 de mayo, el barrio Carlos E. Restrepo acogió a la 12˚ feria popular Días del Libro la cual tuvo por tema Las formas de la memoria, es la primera de Los Eventos Del Libro, proyecto realizado por la Alcaldía de Medellín que giran alrededor de la literatura y la cultura; pero la Alcaldía no es el único actor quien se preocupa por promover la lectura en la ciudad, también hay distintas personas e iniciativas que buscan que diferentes poblaciones tomen un libro y lo lean, en Medellín el municipio donde en promedio más libros se leen en Colombia según la más reciente Encuesta de Lectura del DANE.

Medellín ha sido cuna de reconocidos escritores como Héctor Abad Faciolince, León de Greiff, Jorge Orlando Melo; también ha sido escenario de las historias de Jorge Franco, Fernando Vallejo, de cuentos de Tomás Carrasquilla e incluso ha sido musa de las prosas de Gonzalo Arango: ¡Oh, mi amada Medellín, ciudad que amo, en la que he sufrido, en la que tanto muero! No obstante, no basta que en una ciudad solamente se escriba, también es necesario que sus habitantes lean, porque es por medio de la literatura y la cultura como se consigue formar ciudadanos críticos y educados. Es por eso que distintos agentes sociales se encargan de promover la lectura en la ciudad. Muchos de ellos lo  hacen como su principal propósito, otros indirectamente; pero todos conscientes de la  importancia que tiene leer.


Medellín tiene la palabra

El Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, así dicta el artículo 70 de la Constitución colombiana. Por esta razón cada municipio debe incluir dentro sus políticas, planes que tengan como fin fomentar expresiones artísticas, educativas y científicas. En el caso de Medellín, desde el PLCEO (Plan Ciudadano de Lectura, Escritura y Oralidad), se busca promover el uso de la palabra, el acceso a la información y a la oferta cultural, especialmente en las poblaciones más vulnerables.

El PCLEO, también llamado En Medellín tenemos la palabra, es una política pública dirigida por el sistema de bibliotecas y la Alcaldía que, a diferencia de otros planes, fue construido conjuntamente por la ciudadanía, entidades públicas y privadas, universidades y organizaciones sociales.  Es una ruta de trabajo que pretende fortalecer las habilidades en lectura, escritura y oralidad de los ciudadanos, integrar nuevos proyectos como Los Eventos del Libro y el refortalecimiento de las bibliotecas públicas.
Según Luz Estella Peña, quien lidera el Proyecto de Bibliotecas de la Alcaldía de Medellín, estas instituciones tienen una muy importante misión para la formación de ciudadanos. “La biblioteca pública ha jugado un papel muy fundamental en la comunidad, es la institución más democrática y cumple un rol muy importante en el desarrollo cultural de la sociedad”.

Además, resalta el rol que tienen las bibliotecas dentro el PCLEO, ya que cada una adelanta actividades junto con promotores de lectura profesionales para trabajar con distintas poblaciones como la primera infancia, ancianos o jóvenes; también adelantan otras iniciativas como clubes de literatura, talleres de escritura y charlas con escritores. “Cuando nosotros nos paramos desde un plan de lectura, ya hay un propósito de formación de lectores y eso no es solamente una campaña. Tiene dos intenciones, desde planear como llegamos con actividades para enamorar y acercar a la lectura, hasta como promocionarla”. 



Celebrando la lectura

Dentro del PCLEO, se planteó la necesidad de difundir el imaginario colectivo de una ciudad lectora, es por ello que nace los Eventos del Libro, un proyecto cuyo fin es crear espacios de encuentro y convivencia los cuales giren alrededor del libro y la cultura. Son tres los eventos realizados a lo largo del año: la Feria popular Días del Libro, la cual tiene un enfoque a la difusión de temáticas locales; la Parada Juvenil de la Lectura, dirigida a los jóvenes y que pretender redefinir la noche; y por último la Fiesta del Libro y la Cultura, el evento principal y el más multitudinario.
Quienes dirigen estos proyectos literarios tienen claro que el propósito principal de los mismos es el intercambio y el encuentro con la literatura, eso es lo que los distingue de otras ferias. Así lo asegura Yesica Prado, coordinadora de programación académica y artística, quien tiene bien claro el fin de los eventos: “Lo que nos diferencia de una feria del libro convencional, es que nuestro propósito no es vender libros; sino que estamos en el marco del Plan de lectura de la ciudad, tenemos un objetivo más enfocado al fomento de la lectura y escritura.”
Pero los libros no son las únicas formas de leer, también existen las “lecturas dibujadas”, por lo menos así lo piensa Daniel Jiménez, director del festival Entreviñetas. Este es un evento que pretende mostrar la diversidad y el potencial que hay en materia de novela gráfica y cómic en el país; pero que también busca reivindicar a los relatos dibujados como formas de literatura.  “El comic hace parte del mundo de lo narrativo y puede ser parte de un mundo del libro.” El festival también apunta a la promoción de lectura, también a la circulación de medios artísticos alternativos, pretendiendo que la ciudadanía se acerque más a otras formas de leer.

Yesica y Daniel destacan la acogida que han tenido ambos eventos, atribuyen el éxito en gran parte a que sus programaciones son abiertas y mayoritariamente gratuitas, a la diversidad de públicos a los que quieren llegar y especialmente a las personas detrás de cada fiesta, gente que cree en la importancia de estos espacios. Según Jonatan Cuadros Rodríguez, coordinador de comunicaciones de Los Eventos del Libro, es gracias a la aceptación de los eventos lo que garantiza su prolongación y expansión: “porque sabemos que, si la ciudadanía se apropia de estos proyectos, es muy difícil que alguien por capricho lo quiera acabar, porque cuando las personas lo cuidan, lo valora y lo quiere, indudablemente hace que institucionalidad continúe con ellos.”

Regalando letras a los más pequeños

Los promotores de lectura saben que, si no se promueven hábitos lectores desde niños, difícilmente de adultos se podrán adquirir, es por esa razón que muchos incentivan la lectura desde la infancia.
Cortesía Ratón de Biblioteca

Dentro esos agentes que se preocupan por la población de menor edad se encuentra la Fundación Ratón de biblioteca, una entidad sin ánimo de lucro que nació en la década de los 90 con el propósito de facilitar el acceso a libros y a la literatura, para promover la literatura en los niños y jóvenes, con especial enfoque a las comunidades más afectadas por la violencia urbana. 


Actualmente administran 3 bibliotecas comunitarias: Villatina, en la comuna 9; El Raizal, en la comuna 3 y La Esperanza, en la comuna 6. Esta última es la biblioteca popular más vieja de Medellín y cumple 50 años en el mes de junio. La fundación además cuenta con el Centro de Lectura Guadalupe, ubicado en la comuna 1.
Cuentan con una programación permanente en sus espacios: semanalmente, durante un año, realizan talleres de promoción de lectura y escritura con las familias; trabajan con primera infancia y madres gestantes; les enseñan a leer a niños de 9 a 13 años, con profundización en ciencia o artes; invitan a escritores y artistas a charlas; hacen talleres de periodismo barrial para los jóvenes y cuentan con programas para ancianos.  A pesar de ofrecer actividades dirigidas a diferentes poblaciones, su énfasis esta en los niños y adolescentes, ya que creen que empezar a enseñar hábitos lectores desde muy pequeños trae beneficios cognitivos y emocionales.
El proyecto nació a raíz de la violencia que se sufría en los barrios de la ciudad en la década de los 80´s y 90´s por el narcotráfico. Su primer centro de lectura en Villa del Socorro tuvo que ser cerrada por la inseguridad de la zona. Sin embargo, su lucha por llevar la literatura a los barrios más necesitados no acaba. Sandra Zuluaga, directora de la fundación, cree firmemente que pueden contrarrestar las adversidades por medio de la lectura. Ellos creen que pueden ofrecerles a los chicos otras alternativas de vida, otros imaginarios, otros sueños. “Es mostrarles a los niños que pueden ser escritores, que por medio de la literatura pueden estudiar, es como abrirle la puerta al mundo. Es enseñarles que tienen muchas opciones para salir adelante.”

Todos somos promotores

En la charla Los escritores tienen la palabra, tres ganadores de becas y estímulos para la escritura de la Alcaldía conversaron sobre la importancia de las convocatorias y apoyos que ofrecen las entidades públicas para fomentar a las personas a contar sus propias historias. En la charla estuvieron presentes Cristian Romero, autor de literatura de ciencia ficción; Juan David Pascuales, dramaturgo, escritor y comediante; y Marcela Velásquez, autora de literatura infantil. Esta variada gama entre géneros y temáticas muestra que existe apoyo a la escritura, sin importar su tipo. 

De Izquierda a derecha: Juan David Pascuales, Cristian Romero, Marcela Velásquez y Guillermo Cardona. Cortesía de Fiestas del libro
Marcela Velásquez fue ganadora de premio de Literatura Infantil y Juvenil El Barco de Vapor-Biblioteca Luis Ángel Arango con su libro “Se resfriaron los sapos”, también es profesora de la Universidad de Antioquia en el Diplomado de Literacidad crítica. Ella piensa que, desde su labor como docente, puede promover más la literatura que como escritora, puesto a que siempre trae a clase una noticia, una crónica, unas palabras para leer con sus estudiantes.  También resalta que, a dedicarse a un público pequeño, debe pensar aún más como hacer atractivas sus historias para que a los niños no solo les guste, sino que también lleguen a los libros.
Mientras tanto, Juan David y Cristian creen que desde su cotidianidad fomentan la literatura a las personas que los rodean ya que constantemente les recomiendan libros, series y películas a sus cercanos, considerando también a los medios audiovisuales como narrativas que también pueden llevar a la reflexión como lo hacen los formatos escritos. 
Sin embargo, saben que el trabajo de promotor de lectura es laborioso, tan solo se dieron cuenta de ello al momento de participar con las bibliotecas públicas en talleres y charlas. Cristian Romero resume todo lo que aprendió de la promoción de lectura: “el trabajo de promotor de lectura es un trabajo muy bonito y a la vez muy duro al darse cuenta que los procesos no avanzan; pero uno va viendo que hay gente que sí se queda con esa semilla, que los procesos de lectura se van consolidando y surtiendo efecto”.  Los escritores, a pesar de ser parte del proceso literario, se perciben más como promotores en sus diferentes labores diarias.
 Con estos ejemplos, se medita sobre quienes pueden fomentar la literatura, y al ver que existen diversos agentes sociales que trabajan por ello, cada uno desde distintos espacios y metodologías, incluso con diferentes concepciones sobre la lectura, se puede deducir que lo más importante son las ganas para inculcar el amor por los libros y mostrar lo maravilloso que es leer.


1 comentario:

  1. Hola
    Pues ya estaba enamorada de Medellín y aunque legalmente soy Antioqueña, hace bastante tiempo que solo voy durante vacaciones, sin duda un logro más para aplaudir y muero de envidia que medellín se tome todo este trabajo, lastima que donde vivo no se visibilice ni se le de importancia a estos espacios culturales.
    Saludos
    Ataque Friki

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